martes, 13 de enero de 2009

Inflación Deflación 2ª Parte.

Capítulo II.

Capitalismo, Término Impreciso

DOS ELEMENTOS MEZCLADOS BAJO EL MISMO NOMBRE

Con el testimonio de los ojos se dijo durante siglos que el Sol giraba alrededor de la Tierra. Así hay ciertas "verdades" que sólo lo son en apariencia.

Se dice que el capitalismo nació hace tres o cuatro siglos y que es el sistema que rige en todo el mundo occidental. En realidad: "-si por capitalismo se entiende propiedad privada y libre comercio con utilidades-, esto ha existido siempre, lo que ocurrió hace tres siglos fue que tal actividad se desarrolló más con el avance de la técnica.

Otra afirmación -que también parece ser una verdad evidente- sostiene que el marxismo es enemigo mortal del capitalismo, y viceversa. Sin embargo, siempre se les ha visto sostener relaciones cordiales en el fondo, aunque superficialmente hayan tenido aparentes asperezas.

Se ha dicho que la economía marxista es la antítesis de la economía capitalista y que se excluyen en lucha a muerte, pero sistemáticamente el marxismo ha venido recibiendo ayuda a manos llenas, de parte de las más elevadas cúpulas del capital internacional.

Ante esas y otras contradicciones, puede plantearse una primera afirmación aclaratoria: ni el capitalismo ni el marxismo son sistemas de una sola pieza. Se componen de varios elementos.

Es fácil analizar una substancia simple, pero para analizar una substancia compuesta es necesario aislar e identificar cada uno de sus componentes, lo homogéneo es percibido fácilmente, lo heterogéneo requiere una clasificación previa.

Bajo el término "capitalismo" operan dos elementos distintos. Uno de ellos puede describirse así:
I. Propiedad privada. Producir y prestar servicios libremente y obtener utilidades. Cultivar la tierra y disponer de ella y de su producto, etc. (Estas actividades han existido siempre, según el desarrollo de los diversos pueblos. Antes eran formas incipientes, pero con mecanismo substancialmente idéntico al de los tiempos modernos. Siempre se ha buscado un beneficio económico).

II. Acciones internacionales que manipulan la economía para obtener poder mundial. (Estas acciones se abrieron paso con el "dejad hacer, dejad pasar". En segundo plano abusan quienes rebasan los límites de la lícita ganancia, aunque no con fines políticos sino únicamente por avaricia).

De esa manera resulta que la acción sana productiva se encuentra adulterada por la acción especulativa que busca dominio universal. Son dos tendencias que coexisten bajo el mismo nombre de "capitalismo". La acción económica no tiene por qué reñir con la moral. Su meta natural, lícita, es producir más y poner al alcance del hombre los bienes de la producción. Por la vía de la utilidad propia puede elevar el nivel de vida en general.

Pero a esa acción se le encimó un cáncer, el del Supracapitalismo, que se ha adueñado del control de la economía internacional; que burla la ley de la oferta y la demanda; que gana más especulando que los demás produciendo; que manipula la moneda y que provoca una sucesión interminable de crisis. De este modo su poder económico-político no ha cesado de crecer, monstruosa mente, a costa del patrimonio de las masas, de tiempo en tiempo cercenado.

1 Manual de Economía Política. Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de la URSS. Págs.263 a 643. Editorial Grijalbo. (Texto en las universidades mexicanas).

Por otra parte, el marxismo planteó un sistema económico que también consta de dos elementos:

I. Propaganda para hacer creer que si el Estado monopoliza todos los medios de producción "se obtendrá un creciente bienestar y una alegría de vivir cada vez mayores.

Marx y Engels convirtieron el socialismo de utopía en ciencia... la renta nacional crece, en el socialismo, a un ritmo considerablemente mayor que en la sociedad capitalista. "(1)

II. Detrás del engañoso primer punto actúa una acción monopolizadora total, o sea la apoteosis del Supracapitalismo, ya sin mezcla de economía libre como ocurre en el "capitalismo liberal".

Así puede verse que han existido en el mundo dos grandes entidades supracapitalistas: una en Oriente y otra en Occidente. Ambas han buscado el control sobre las áreas económicas, políticas, filosóficas, ideológicas, educativas y 'cristianas. Sólo han diferido en cuanto a velocidad y táctica.

El Supracapitalismo de Moscú ha pretendido (sin lograrlo) un triunfo violento y total. El Supracapitalismo de Occidente ha demostrado tener razón en que el triunfo se logra en forma gradual y sin violencia.

Ambos Supracapitalismos son hermanos gemelos y están ligados con fuertes lazos raciales. Por eso se ha visto desde 1917 y desde 1941 que el de Occidente auxilia al del Oriente, y que éste pudo erigirse y se ha sostenido -pese a la repulsión del pueblo- gracias a la
protección que siempre le brinda su hermano de Occidente.

Tal es la explicación de lo que siempre se ha visto como un absurdo: que el Occidente ayude una y otra vez a su pretendido "enemigo marxista". Jamás ha existido enemistad entre la cúpula financiera de Occidente y la cúpula de Moscú. Ambos sistemas son un cáncer de la economía. Ahora se les puede ver en estrecho maridaje.

Para esclarecer más el tema es necesario hacer un poco de historia.



EMPEZÓ COMO USURA Y PASO A SER SUPRACAPITALISMO

Uno de los profetas del Antiguo Testamento, Amos, anunciaba 800 años antes de Cristo que Dios castigaría a quienes realizaban transacciones económicas fraudulentas: "Disminuís las medidas -decía-, aumentáis los precios, alteráis las balanzas, obligáis a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compráis y hasta vendéis el salvado como trigo". (Libro del profeta Amos: 8.4-6. 9-12).

Seis siglos después una secta hacía tales prácticas más ingeniosas e injustas. Y ya no actuaba únicamente por avaricia, sino para aprovechar el poder económico a fin de obtener poder político y 'religioso'. Era la secta de los saduceos, que más tarde, durante la vida de Cristo, actuó ardientemente en su contra.

Los saduceos (secta judía que negaba la inmortalidad del alma y la resurrección) manejaban el soborno, la coacción y toda clase de trapacerías económicas. Uno de sus jefes, llamado Anas, obtuvo así el sumo sacerdocio, para él y sus cinco hijos, y luego para Caifas en los días de la Pasión de Cristo. Ellos usaban la economía no sólo para enriquecerse, sino como instrumento para ganar poder en la política y en todas las áreas. Tenían habilidad para descubrir oportunidades especulativas con un frío racionalismo materialista.

Y en los últimos mil años hay otros pasajes elocuentes.

En el año 1066 llegó a Inglaterra un pequeño grupo de extranjeros cosmopolitas, dispuestos a hacer riqueza. Su sagacidad tomó por sorpresa a los habitantes de la Isla, quienes fueron fácil presa de habilidosas transacciones mercantiles. En poco tiempo los recién llegados controlaban casi la cuarta parte de la riqueza nacional.

Bajo la astuta dirección de sus jefes -como el judío Jacob de Orleans- ganaban poder económico y poder político.

Después de algunos años, no más de veinte, comenzó a operarse una reacción contra tales inmigrantes y ocurrieron violentas protestas. El Rey Ricardo Corazón de León logró pacificar los ánimos, pero el malestar volvió a estallar en el reinado de Eduardo l. (1)

Con autorización del Papa Honorius IV se efectuó un sínodo en 1287 y se decidió la expulsión de los extranjeros especuladores. La mayoría de ellos (16.500) salieron de Inglaterra en el año 1290.

En apariencia, ese era el punto fina! de un problema, pero en realidad quedaba planteada una lucha en la que no sólo intervendrían factores económicos, sino también políticos y religiosos. El factor religioso, particularmente, implica una carga metafísica que confiere especial persistencia a toda lucha en la cual se halla presente.

En efecto, durante el siguiente siglo (el XIV), Inglaterra se vio inquietada por agitaciones religiosas internas, a la vez que libraba guerras con Francia. John Wiclef (o Wyctif), inició una enconada campaña contra la Iglesia, que inicialmente se enfilaba sobre el Papa. Mantenía comunicación con grupos secretos de Praga. Negaba el libre albedrío y pugnaba por proscribir la jerarquía sacerdotal substituyéndola por la "asamblea de los elegidos", según su libro "De Iglesia", publicado en 1378. Wiclef encabezaba al partido anti papal; impulsó a los grupos de "Predicadores ambulantes" y fue uno de los precursores de la Reforma para dividir y debilitar al catolicismo.

En el siglo XV ocurrieron graves disturbios en Inglaterra. Mediante terribles matanzas el bando de la rosa blanca y el de la rosa roja se alternaron en el poder. A pesar de las constantes guerras, un pequeño grupo acrecentó sus ya grandes fortunas haciendo combinaciones monopólicas y traficando con mercancías de grupos afines de Venecia, Florencia y Pisa.

Al principiar el siglo XVI subió al trono Enrique VIII (1509). Ya para entonces el movimiento anticatólico llevaba dos siglos trabajando en Europa a través de numerosas sectas secretas: heréticos, cataros, valdenses, albigenses, esotéricos, cabalistas e incluso de magia y de alquimia. Las guerras religiosas habían sido frecuentes. La Iglesia había tratado de vencer a ese conjunto secreto mediante la Inquisición. Pero a fines del siglo XV este tribunal había dejado prácticamente de tener influencia. Sólo la conservaba en España. (2)

De las sectas ocultas brotaron en Inglaterra movimientos anticatólicos. Las leyes contra la alta traición (de 1535) se utilizaron para una persecución contra la Iglesia.

El primer ministro de Inglaterra, Thomas Cromwell, organizó la más vasta red policíaca hasta entonces conocida. Tenía agentes disfrazados en las iglesias, en las tabernas, en los molinos y en los barcos.

Implantó el terror policíaco y alentó a Enrique VIII a que se divorciara de su esposa Catalina. El Papa no concedió el divorcio y entonces el rey se declaró jefe de la Iglesia, la separó del Papa y formó así la llamada Iglesia Anglicana.

Los clérigos fieles al Vaticano fueron perseguidos, torturados, asesinados, los que defeccionaron retuvieron sus puestos y ascendieron, la liturgia y los dogmas Católicos fueron "depurados". Se declaró la lucha contra las imágenes, las reliquias y las peregrinaciones.

1 Historia de la Economía. Georges d'Avenel.
2 La Cara Oculta de la Historia Moderna, lean Lombard.

Enrique VIII, que se había casado con Ana Bolena en segundas nupcias, la hizo luego ejecutar y al día siguiente se casó con Juana Seymour. Al quedar viudo se casó, por cuarta vez, con Ana de Cleves (protestante alemana), de quien más tarde se divorció. A continuación se casó con Catalina Howard, a la que poco después hizo decapitar para casarse con Catalina Parr.

Su reinado se mantuvo mediante el terror de 1.252 ejecuciones, incluso las de 18 obispos, 13 abades y
575 sacerdotes.

APOYO "MÍSTICO" PARA LAS GRANDES ESPECULACIONES

En la misma época en que Enrique VIH se casaba, se divorciaba, enviudaba decapitando a sus consortes, etc., surgía la Reforma religiosa proclamada por (útero, a quien alentaban sociedades secretas, en particular los rosa-cruz. Y surgía también el movimiento de Calvino (llamado en realidad Calvin, Cauin o Cohén).

En tanto que Lutero preconizaba la interpretación individual de los evangelios -con lo cual se dividía a una gran parte de los católicos-, Calvino daba forma a una ideología "puritana" que hablaba de austeridad y de moderación, por un lado, y que por otro arremetía contra la tradición católica de ligar la actividad económica a la moral, la idea del "justo precio" fue derribada para dejar el campo libre a todos los artilugios de la especulación. (1)

1 El Pensamiento Político de Calvino.- Marc Cheneviere.

El Concilio de Nícea (775-787), el Tercero de Ietrán, de 1179, y el de Víenne (Francia) de 1311, habían procurado mantener límites morales en las actividades económicas.

Pero Calvino enfrentó el Antiguo Testamento al Nuevo Testamento. Tomando frases aisladas del primero y dándoles nuevas interpretaciones, fue induciendo la idea de que la riqueza representaba un signo de los "elegidos", algo así como la marca visible de la "bendición del Señor". El "destino manifiesto" se hacía patente a través del triunfo económico.

El primer sínodo calvinista, en 1552, fue una bendición para los más astutos especuladores. Sus maniobras quedaban justificadas. Su riqueza era la marca de la. "predestinación". Cabalistas judíos y rosacruces estaban detrás de Calvino.

Los usureros natos formaban dinastías que iban perfeccionando sus métodos y trasmitiéndolos a fieles continuadores, quienes con una peculiar "devoción" no despilfarraban las fortunas, sino que las acrecentaban. Se extendían de Uno a otro confín de Europa. Y luego sus horizontes se abrieron inconmensurablemente a través de inmensos océanos.

CIRCUNSTANCIAS PROPICIAS HÁBILMENTE APROVECHADAS

El descubrimiento del Nuevo Mundo (fines del siglo XV) y luego las expediciones de Magallanes y de Juan Sebastián de Elcano (quien por primera vez le dio la vuelta al mundo a principios del siglo XVI), imprimieron gran impulso a la navegación. Enormes territorios quedaron al alcance de exploradores, colonizadores y comerciantes.

Esto creó circunstancias muy especiales para que a principios del siglo XVII se perfilara claramente un vasto mecanismo económico como jamás se había soñado.

Hombres de extraordinaria visión para las artes económicas convirtieron a Amsterdam (Holanda) en una plaza financiera como no se había visto jamás. En 1602 montaron la Compañía de las indias Orientales, que en tierras extranjeras practicaban el comercio forzado, la rapiña y hasta la esclavitud. En 1609 formaron el Banco de Amsterdam, y dos años después la Bolsa de Valores. Crearon sociedades financieras y anónimas con características novedosas.

Los principales accionistas eran hebreos procedentes de Portugal y de España, así como descendientes de los que habían sido expulsados de Inglaterra. Luis de Geer, por ejemplo, tenía una considerable fortuna en los nuevos organismos financieros. El gobernador de Java, Cohén, facilitaba operaciones que rendían grandes dividendos. El Banco de Amsterdam y la Bolsa de Valores hacían especulaciones vertiginosas. Se valían de diversos procedimientos, casi siempre incomprensibles para la mayoría de sus víctimas. Con el apoyo de mil monedas depositadas en el banco -pongamos por caso- se abrían créditos por ocho mil monedas, dado que estos créditos no iban a ser utilizados ciento por ciento en el mismo lugar ni en el mismo momento.

De esa manera se cobraban intereses sobre un dinero abstracto, sin existencia real, que sólo figuraba en libros y en documentos financieros. Eso equivalía a fabricar o falsificar dinero. Era una inflación, de la cual los prestamistas obtenían grandes utilidades. Y los retiros paulatinos de dichos créditos se cubrían gradualmente con los nuevos depósitos que iban entrando. Todo un ingenioso malabarismo (1).

Hay minuciosos estudios según los cuales se realizaban especulaciones complejas que permitían ganar a sus autores más del 200%. Cuando ya la inflación era exagerada y ciertos acreedores no podían pagar, sobrevenía el ciclo de "depresión", en el cual algunos financieros se incautaban bienes reales (que les habían sido dados en garantía).

En otras palabras, especulaban con dinero ficticio y ellos se aseguraban con riqueza auténtica.
En cambio, el capital verdaderamente productivo, como el de una industria o un comercio serio, sólo obtenía del 4 al 7 por ciento de utilidad. Ganaba más el que especulaba (sin producir nada), que el que producía.

Con las acciones se hacían malabarismos fantásticos. Ya fuera imprimiendo más de las debidas o provocando ficticias alzas y bajas.

Las autoridades reaccionaban lentamente y dictaban diversas prohibiciones contra esos abusos, pero frecuentemente eran burladas.

Por primera vez se estaba realizando, en forma técnica, organizada, la especulación y el agiotismo en escala continental.

Un listo teorizante, Saumaise, publicó un libro ("De Usuris") para reiterar la tesis de Calvino y "demostrar" que en cuestiones económicas o financieras la moral no tenía nada qué hacer, ni menos la moral católica. El derecho natural y el derecho divino concedían -según él- plena libertad en ese campo. Jeremy Bentham fue autor de "Defence of Usury" (Defensa de la Usura). Otros autores reforzaban estas argucias, como los sefarditas José de la Vega y Josef de Pinto.

Notables financieros, de ese estilo, fueron Bueno de Mesquito, Francisco Meló, los Pinto, los Belmonte, etc. ("Historia de las Doctrinas Monetarias". Rene Gonnard).

Prácticas que habían sido condenadas como ilegales o inmorales, fueron quedando "justificadas" con argumentos que acallaban las conciencias. Entreverar mercancías de menor calidad que lo estipulado (camelote), hacer deliberadas mermas en el peso, vender con pérdidas para dominar mercados y luego subir exageradamente los precios (dumping-monopolio), ventas a plazos con exagerados intereses, etc., fueron generalizándose como prácticas "ingeniosas" o "inteligentes", no como maniobras ilícitas. Durante cuarenta años (a partir de 1619) funcionó un monopolio de financieros que traficó con la venta de esclavos negros, a razón de 18 a 30 libras esterlinas por cabeza, según su edad y musculatura. Tal "comercio" fue luego heredado por la Royal African Company of England.(2)

1 La Banca a Través de los Años.- Dauphin Meunier. El Enigma Capitalista.- Joaquín Bochaca.

2 En 1764 Benjamín Wright, Jacobo Rodríguez y Abraham Pereira operaron en Jamaica con el "mercado de negros" (llamado "madera de ébano"), para surtir al nuevo Continente. Se calcula que hubo años en que se vendieron más de seiscientos mil esclavos, como el de 1790.

El concepto del "justo precio", sostenido por la Iglesia, fue impugnado y desacreditado. El "Compendio" de Saravia de la Calle (escrito en el siglo quince) empezó a popularizar la ley de la oferta y la demanda como norma del precio. Pero resultaba fácil violar esa ley, pues si la oferta era graduada y restringida por el productor o distribuidor monopolístico, se alteraba automáticamente la demanda y el precio. Si un grupo de negociantes podía hacer escasear artificialmente una mercancía (cosa que las precarias comunicaciones de entonces lo facilitaban), de igual modo artificial hacía subir la demanda y consiguientemente el precio. La "ley" era así manipulada, siempre en perjuicio del consumidor.

La conciencia de esos manipuladores quedaba tranquila con su propia idea dogmática de que el pueblo judío tiene derecho a las riquezas; que el Antiguo Testamento (Deuteronomio) los autoriza a especular "cuando de otro se trate...no de tu hermano"; que el "levítico" no les permite agraviar al hermano, pero "sí al extraño vendiendo a un precio más caro",etc. Ellos tomaban sólo partes del Antiguo Testamento -que había sido preparación para el advenimiento de Cristo- y no el Nuevo Testamento, que es la plenitud de los tiempos.

En su voluminoso "Talmud" encontraban justificación para muy diversas acciones que la moral cristiana no podía admitir. ("El Talmud". Rev. I.B. Pranaitis).

Amsterdam fue llamada "la nueva y grande Jerusalén". De allí partieron los accionistas, organizadores o inspiradores de los Bancos de Rotterdam y Núremberg, en 1621, y luego esto se extendió a otras capitales europeas. El sistema, en sí mismo, no era malo, sino el abuso que luego se hacía de él.

En esos hombres el afán de acumular dinero, por cualquier medio, no se cifraba en el dinero mismo, por el lujo o la comodidad que el dinero da. Su afán estaba movido además por una idea trascendente, de mística invertida: el dinero serviría como un medio (palanca) para adquirir poder político, y éste serviría luego para lograr la hegemonía universal, requisito necesario para la llegada de su verdadero Mesías.

Ese conjunto de ideas debía prevalecer a través del tiempo y de las dinastías. No era un móvil regional ni transitorio. Se extendía a toda la tierra y debería prolongarse a través de los siglos. Este sistema de ideas ha incluido, necesariamente, y de un modo especial, la lucha contra Cristo.

Todo eso no nacía en el siglo XVII, en Amsterdam. Hundía sus raíces en muchos siglos atrás, pero en Amsterdam se le estaba dando la sistematización técnica de un brazo económico que serviría a esas ideas para irlas materializando en todos los campos: el político, el social, el filosófico y el anticristiano. Dicho brazo económico puede ser identificado, para mayor precisión, con el nombre de Supracapitalismo. Cae dentro de esta denominación la actividad económica que reúne simultáneamente las siguientes características:

1. Buscar poder económico sin los tradicionales frenos de moral o religión.

2. Que el poder económico no sea un fin en sí mismo, sino un medio para luego hacer triunfar una Revolución total. De este modo el Supracapitalismo y el Marxismo resultan hermanos siameses.

PRIMER TRIUNFO EN LOS TIEMPOS MODERNOS

Un triunfo evidente de esos dos móviles fue la Revolución de Olivier Cromwell en Inglaterra Este segundo Cromwell acaudilló a los puritanos (calvinistas) y triunfó prácticamente en 1645. Había contado con fa ayuda de numerosas logias europeas y de ios poderosos círculos económicos de Amsterdam.

Servía como enlace Antonio Fernández Carvajal -de los judíos expulsados de España-, que tenía en Londres una sinagoga secreta.

Para los planes de la Revolución estorbaba el rey Carlos 1, por lo cual se montó un proceso en su contra, totalmente impopular, la acusación la llevó el Dr. Isaac Dorislaus, agente de Manasseh ben Israel, quien desde Amsterdam se entendía con Cromwell. El rey fue ejecutado en 1649 y hubo gran despliegue de tropas para evitar levantamientos populares.

Cromwell estableció una dictadura feroz, particularmente contra los católicos. Realizó matanzas con lujo de crueldad, confiscó tierras, deportó prisioneros como esclavos (incluso mil mujeres enviadas a Jamaica para solaz de ios colonos). El vulgo llegó a decir que tenía pacto con el diablo.

Cromwell concertó con Manasseh ben Israel un arreglo para dejar sin efecto el edicto que en 1290 había cerrado las puertas de Inglaterra a los judíos, de tal manera que éstos pudieron entrar nuevamente sin limitaciones, a partir de 1656. A cambio, Manasseh abrió sus grandes mercados mundiales al comercio inglés,{1)

1 "Misión de Olivier Cromwelt".- Lucían Wolf.

La Revolución de Cromwell se basaba en dos principios: lucha contra el catolicismo; utilización de la economía como instrumento de dominación política, ideológica y filosófica.

Después de que Cromwell murió (1658) su movimiento siguió adelante, la Bolsa de Valores fue modernizada. Se realizaron grandes especulaciones, a veces haciendo difundir noticias falsas para provocar la baja de acciones, comprarlas y luego revenderlas a mayor precio. "Hazañas" típicas de ese truco fueron realizadas por Sampson Gideon y más tarde por Manasseh lópez.

También se aprovechaba la información secreta militar (procedente del extranjero) sobre abundancia o escasez de determinados comestibles, a fin de burlar la ley de la oferta y la demanda.

El Banco de Inglaterra surgió en 1694, con sistemas ideados por los expertos de Amsterdam. Junto con la Bolsa de Valores se convirtió en una especie de catedral del Supracapitalismo. El gran centro financiero de Amsterdam fue pasando a un segundo plano. Se le dio prioridad a Londres como el nuevo centro mundial de operaciones de la más alta finanza durante el siglo XVHI. Y para asegurar esto se te dotó a Inglaterra de una poderosa marina que se apropió bases en todos los mares, sin más derecho que la fuerza.

La Gran Bretaña entró en el nuevo siglo XIX con once millones de habitantes.

Para 1831 tendría ya 16.500.000. En la Bolsa de Valores se distinguían los hermanos Abraham y Benjamín, luego Goldsmit logró el monopolio de la emisión de empréstitos del Estado, función muy lucrativa en la que después fue relevado por Nathan Rosthschild en 1819.

En el área ideológica-secreta la masonería inglesa fue reorganizada para convertirse en un centro universal como "Madre Gran Logia del Mundo", a través de logias "especulativas" y logias "operativas".

Entre sus dirigentes más conocidos figuraron Antonio Sayer, Jacob lambal) y John Elliot.

Aunque el régimen político de Inglaterra variaría con diversas formas -dice Jean Lombard muy acertadamente-, habría de conservarse como un discreto bastión de los planes revolucionarios.

El sistema financiero desarrollado en Amsterdam, y luego en Londres, fue obra de cerebros privilegiados. Ese sistema ha sido un factor (por su técnica) para el progreso en general. No se le puede condenar en bloque. Sin embargo, a su sombra han operado círculos de poder económico y han realizado maniobras de enriquecimiento ilícito.

EL GOLPE MÁS AUDAZ DEL SIGLO XVIII

Las muy frecuentes guerras en Europa atraían la atención de gobernantes y gobernados, mientras que toda clase de sectas, logias y clubes secretos seguían proliferando y maduraban golpes cada vez más ambiciosos.

La situación en Francia, durante el siglo XVIIl, se iba volviendo cada día más propicia para un estallido gigantesco, las especulaciones financieras provocaron quiebras en la ciudad de Lyon, a consecuencia de la cual prácticamente dejó de ser mercado internacional, la inflación, con la consiguiente carestía, se hizo patente a partir de 1719.

En general se iba deteriorando la situación de Francia, en tanto que Inglaterra aumentaba su fuerza. De Londres llegaba la influencia secreta de los rosacruces, y de Baviera la de los "iluminados". Ambas convergían a un mismo fin.

Cundía una gran variedad de logias y sociedades secretas. El Papa Clemente XII decretó (1738) la excomunión de los católicos que se afiliaran a la masonería en sus diversos ritos. Pero la masonería no era poderosa por su número, sino por los puestos de suma influencia que ocupaban sus miembros. No eran organismos de masas, pero podían desorientar y mover a las masas.

La monarquía francesa se deslizaba hacia la frivolidad (de te que te Pompadour y te Du Barry fueron bellas exponentes), y menguaba su control sobre la máquina gubernamental. En el ejército había infiltración que debilitaba la disciplina. En el Parlamento se bloqueaban reformas positivas. En el Clero aumentaban los sacerdotes casi indiferentes, y en general cundía una propaganda de confusión.

Las organizaciones secretas recibían fondos de Amsterdam, Rotterdam, Londres, Genova y Venecia y se preparaban a destruir el Estado. En la Corte Ja aristocracia se divertía hasta con el "magnetismo animal" de Mesmer, o con la magia y nigromancia de Cagliostro (Joseph Balsamo), que en realidad operaba como agente de enlace entre conjurados.

Se difundían variadas ideas para romper la unidad. Cierta propaganda hablaba del "Gran Arquitecto del Universo", del "verdadero nombre del Señor", que sólo los grandes iniciados conocían. En las logias existían primeros grados en que se hablaba de Dios, y otros más altos en que regía el odio anticristiano; la Cabala daba "luces" sagradas.

Los que tejían esa enorme tela de araña sabían lo que buscaban, pero otros círculos eran movidos a través de laberintos, hasta que todo desembocó en la Revolución de 1789.

La llamada Revolución Francesa fue hecha con franceses, pero era obra de una fuerza cosmopolita, internacional.(l)

La Revolución dejó ver -tras las matanzas, los degüellos y las cabezas clavadas en palos y paseadas por las calles de París- gran parte de su verdadera esencia, tan sutilmente disfrazada. En 1792 se derogó la Era Cristiana y comenzó a contarse el año primero de la nueva Era Revolucionaria. La semana se convirtió en decena y se suprimió el domingo. Se decretó la abolición del culto católico. Los templos fueron saqueados y cerrados. Se negó a Cristo. Se suprimió la ley divina revelada. Consiguientemente se derogó la ley moral Se proclamó el culto a la "Diosa Razón". El hombre ya no tenía más deberes que los que se diera a sí mismo. Apareció la palabra "democracia", con la cual la fuente de toda autoridad se situó en la decisión de un grupo gubernamental que se arrogaba la representación del "pueblo" y que decía actuar a nombre de éste.

1 "Revolución Mundial".- Nesta H. Webster.

Todo iba a desembocar en los siguientes lineamientos:

1. Guerra contra Cristo.
2. Abolición de la propiedad privada.
3. Educación única, estatal.
4. Alimentación igual para todos.
5. Dictadura con el pretexto de redimir al pobre.
6. Trabajo obligatorio.
7. La niñez bajo el control estatal.
8. Proletarización general. Ataque al burgués.
9. Control natal en nombre del bienestar general.
10. Procesos sumarísimos para los "contra-revolucionarios".

Claro que no podía lograrse todo simultáneamente, pero se avanzaba hacia tales metas.

Hubo tres mil ejecuciones en París; se calcula que 17.000 en toda Francia, sujetas a proceso. Pero las ejecuciones sumarísimas y las matanzas incontroladas hicieron subir de 35.000 a 40.000 el número de muertos. El 31% eran obreros o artesanos; Y el 28% eran campesinos. El resto lo componían "burgueses" Y aristócratas.

En nombre de la justicia se cometieron torrentes de injusticias. En nombre de los pobres se volvió más desventurados a los pobres. En nombre de la libertad se suprimieron todas las libertades. Cesó la libertad de prensa y la libertad de cultos. Los templos fueron cerrados y cientos de sacerdotes y monjas fueron martirizados y ejecutados.

Se formaron milicias comandadas por "comisarios" como Anacharsis Klotz, Marat, Almereyda, etc., y también "sociedades populares", como la de Jacobo Pereira, con sanguinarias consignas.

Se decretó la emancipación de los judíos, pero de todos modos no quedaron conformes porque pretendían las ventajas de una doble nacionalidad, muy especialmente la de "su nacionalidad propia, universal y superior", no sujeta a la conscripción militar francesa.

La Revolución ya era dueña de Francia, pero cometió un grave error. Quiso ir demasiado aprisa, en vez de consolidar etapa por etapa. Antes de tiempo se lanzó al extranjero, confiando en la ayuda que le darían los organismos secretos existentes en todos los países de Europa. Se habló de "liberación de los pueblos".

Dentro de los países invadidos por las tropas revolucionarias francesas se hacían circular informes falsos para desorientar a los defensores; había sabotajes en ei abastecimiento de municiones. Pese al genio militar de Napoleón, algunas batallas no se hubieran ganado de no mediar la ayuda interna de las células revolucionarias sembradas en todo el Continente.

Desde Portugal hasta Prusia, y desde los Países Bajos hasta Italia, la Revolución realizó saqueos enormes. Confiscó bienes de la Iglesia y de diversos Montes de Piedad.

Ocupó conventos, desterró o asesinó religiosos. El Papa fue expulsado de Roma y se proclamó la República Romana. Millones de libras eran enviadas a Francia para reclutar más tropas.

Francia movilizó en total 1.600.000 hombres, que era mucho para aquella época, en que el país tenía 27 millones de habitantes.

La fuerza de la Revolución se lúe gastando. Napoleón, alentado por sus triunfos militares, fue apropiándose del movimiento y convirtiéndolo en bonapartismo. En 1801 hizo cesar la lucha antirreligiosa y celebró un Concordato con el Vaticano. En 1804 se convirtió en Emperador y pidió al Papa Pío VH que lo coronara. Al año siguiente abolió la Era Revolucionaria (que sólo llegó al año 14) y restableció la Era Cristiana


Napoleón entró en dificultades con los financieros judíos, y en 1807 decía: "Sería dar pruebas de debilidad perseguir a los judíos, pero sería dar prueba de fuerza corregirlos"(l).

Creó el Banco de Francia, pero no lo entregó a la alta finanza, sino que se reservó el cargo de presidente vitalicio del mismo. La emisión de dinero no se hacía como préstamo al gobierno, sino de acuerdo con la producción agrícola e industrial (2).

1 Napoleón y los Judíos.- R. Anchel.
2 El Enigma Capitalista.- Joaquín Bochaca.

De esa manera el Imperio Masónico, surgido de la Revolución, se iba desmoronando.
Consecuentemente, las logias y la alta finanza le retiraron su apoyo a Napoleón. Inglaterra ayudó a cercarlo, con la cooperación de Rusia y de Prusia, hasta vencerlo finalmente en Waterloo (1815). La Revolución de 1789 fue un torrente de infamias tan grandes que ahora se le recordaría con vergüenza, de no ser porque una propaganda sutil y constante te ha barnizado como una epopeya de humanitarismo, de "derechos del hombre", de "libertad, igualdad y fraternidad".
PERDIERON MUCHO, PERO NO TODO

La Revolución perdió gran parte de sus conquistas en Europa, pero no todas.
Desde luego, sus reservas económicas salieron beneficiadas. Sus pérdidas más serias fueron en el plano político.

La Revolución no estaba de ninguna manera vencida. Se replegó al secreto de las logias y siguió preparándose para infiltrar, debilitar y dividir a las fuerzas adversarias.

Una de sus primeras íareas fue ir destiñendo las tremendas injusticias de que había sido autora, hasta que la gente se olvidara casi de ellas y admitiera celebrar como fiesta (en Francia y en todo el mundo), lo que había sido un aquelarre de asesinos. Noventa años después Víctor Hugo pudo llamarla "(a gran fiesta de todas las naciones".

El fracaso de instaurar en toda Europa la Revolución total, mediante la violencia, hizo que una rama revolucionaria se suavizara (disfrazándose) y se presentara como "liberalismo". (Esto sin perjuicio de que la otra rama intentara después imponerse nuevamente con la táctica más radical, que a partir de 1848 tomó el nombre de marxismo).

En cuanto a la rama revolucionaria liberal, que frenó la marcha y "humanizó" su rostro, fue reorganizándose alrededor de los siguientes puntos, más o menos declarados más o menos implícitos:

1. No hay ley divina. Sólo ley humana.
2. La razón es independiente de todo principio del Bien y del mal.
3. La moral es relativa.
4. Laicismo obligatorio, gradualmente convertido en agnosticismo y en ateísmo.
5. El número mayoritario es poseedor de la verdad, y quien gobierna a nombre de él es
independiente de todo derecho natural o divino.
6. Tolerancia, en nombre de te libertad, hacia todo lo que la civilización cristiana
considere licencioso o inmoral.
7. Decreciente tolerancia para todo cuanto se oponga al liberalismo.
8. Acreditar, a través de todos los medios, los principios revolucionarios, prestigiándolos como "progreso".

El liberalismo se atrincheró tras una apariencia de ponderación, de equilibrio, de "criterio abierto", aun cuando en el fondo tendía a la instauración de controles precisamente opuestos a todas las libertades. Ante esa acción, sutilmente conducida, no hubo el suficiente empeño para erigir defensas prácticas. (Los términos "liberal" y "liberalismo" se prestan frecuentemente a confusión porque usados en su forma literal tienen un amable significado de "libertad y de razonable equilibrio", pero en otra acepción encierran móviles políticos que precisamente llevan a metas de intolerancia total, o sea, a las consecuencias últimas de la Revolución. Muchos marxistas se ostentan sólo como "liberales".) A partir de 1980 el Liberalismo comenzó a acelerar el paso y ha venido convirtiéndose en Neoliberalismo, el cual es un medio para llegar a la Globalización del Gobierno Mundial. (Bajo éste desaparece la soberanía de las naciones en todas las áreas: económicas, políticas, educativas, jurídicas, etc., y hasta en su moral y costumbres).

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